Padezco fibromialgia desde siempre -no recuerdo mi vida sin dolores, aunque fui diagnosticada en el 2004- pero no quiero que nadie me tenga lástima, sólo pido respeto y apoyo para sobrellevarlo; después de todo, gracias a lo que sucedió, mi orden de prioridades cambió, y aunque mi calidad de vida no es la de antes, me siento más realizada como persona, por tener tiempo para dedicar a todo aquello que siempre quise hacer, pero no pude.
La persona que un día entró en el hospital pasando por una situación de vida o muerte, no volvió a salir. Nació una nueva, alguien que iba a aprovechar todas las oportunidades que la vida le fuera dando para salir adelante y ser feliz. Porque la felicidad va con nosotros, en las cosas pequeñas, en las que no vemos porque nos cegamos con cosas vanales y que en realidad no tienen la importancia que le damos. Yo me di cuenta entonces.
Cuando me diagnosticaron fibromialgia, perdí de nuevo el rumbo, pero gente muy especial me abrió los ojos, mi querida psicóloga, mis nuevas amigas-os de la Asociación de fm -quiero hacer aquí un inciso, siempre escribía fibromialgia con mayúsculas hasta que un dia me negué a que fuera considerada más importante que yo, mi nombre si va en mayúsculas, mi enfermedad no se lo merece-, pusieron delante de mi un mundo nuevo, donde comprendí que tenía otras opciones a parte de encerrarme en casa a lamentarme de mi misma, a pasar más tiempo en cama que de pie, o a llorar más que a reir.
Este nuevo camino que elegí, no estaba libre de obstáculos, de piedras que sortear. Cambiar las prioridades de la vida de uno, también trae conflictos familiares, que unidos al poco apoyo, nos dejan a solas con la enfermedad y con todo lo que ella conlleva. Pero era mi momento, mis hijos ya mayores, fuera de casa, y un esposo con buena salud, no iban a impedir que viviera mi nuevo estado de la forma más agradable y feliz posible, aunque tuviera que ponerme por delante de ellos.
En cuanto aprendí a delegar el trabajo de casa, a decir de vez en cuando NO, y a devolverme un poco de la calidad de vida perdida cambiando unos intereses por otros, mi vida mejoró. Sé que cada vez voy a peor, eso es así, la fibromialgia todavía no tiene cura, sólo opciones paliativas, la edad física no corresponde con la intelectual o emocional, tengo 53 años y me siento como una mujer de 80, y a medida que pasen los años si ya por ley de vida el cuerpo va degenerando, aún más si llevas esta mochila a cuesta; pero también sé que mis mejores amigas y amigos me los dió la enfermedad, que mis mejores cuentos y relatos los he escrito gracias a la enfemedad, y que dejando a un lado los problemas personales que pueda tener como cualquier otra persona sana, SOY MÁS FELIZ.
No soy rica, mi vida es como la de cualquiera de vosotras-os, pero he dejado de ser una obsesiva en la forma de hacer las camas, de cargar con la compra, de acudir al instante cuando los hijos me reclaman, de preocuparme por solucionar cosas que no están en mis manos hacerlo, porque todo ello me perjudicaba; a cambio salgo más a menudo con las amigas; me da igual si son las diez de la mañana, las tres de la tarde, o las once de la noche, si se me apetece escribir me siento y lo hago; no caigo en el compromiso de decir que sí a cosas que me gustaría decir que no ¿Por qué?, porque el dolor va a ser el mismo haga lo que haga, y prefiero soportar ese dolor haciendo aquello que me provoca felicidad que lo que me provoca desasosiego. Siempre habrá tiempo para acostarse cuando el dolor lo requiera.
“LA VIDA EMPIEZA HOY, TENEMOS TODA LA VIDA POR DELANTE, LO MEJOR DE LA VIDA NOS QUEDA POR VIVIR” (J. Antonio Hernández Guerrero, mi querido profesor)
Autora: Carmen Franco Sánchez.
Hola compañera me ha gustado mucho tu relato en el cual estoy de acuerdo contigo. Siempre hacia delante el titulo que has escogido es muy apropiado .Espero que no te importe pero lo he compartido en mi bibliografía de facebook y en mi foro fibrounion Marchena.
ResponderEliminarSaludos Cordiales
Carmen,
ResponderEliminarestoy contigo, siempre hacia delante por mucho que cueste, y es cierto que hay cosas que por culpa o gracias a la fibro hemos retomado, como la escritura, la lectura o tener momentos de no hacer nada sin sentirnos mal, una especie de soledad creativa.
felicidades por tu escrito
Felicidades por tu forma de afrontar los obstáculos de la vida, al igual que tu sufro de fibromialgia y también he tenido que re-aprender a vivir para sentirme feliz sin seguir lo marcado por la sociedad . Un abrazo
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