Estamos inmersos viviendo en un supermercado avanzadísimo en nuevas tecnologías, telecomunicaciones, información, investigación genética.
Visto así, nos podemos considerar personas privilegiadas, todo va orientado a tener mejor confort, todo son facilidades, botones para todo, automatismos que te lo proporcionan todo.
Pero, ¿Dónde queda en todo esto esa parte esencial e imprescindible del hombre que es su alma, su soledad, sus penas, sus risas, su riqueza interior?
Todo quedo tapado en el consumismo y para salir a la calle hay que ponerse la máscara, la máscara del trabajo, de los amigos, de la familia, de la sociedad. Y es en mi soledad cuando me veo a mi misma, con la realidad de un cuerpo agotado por la enfermedad y un alma agotada también, por no poder llorar en público, por miedo a que te tachen de mil cosas no correctas socialmente. Sin embargo es la expresión de los sentimientos que deben de regir el mundo.
Por eso escribo, porque en mis lamentos, miedos, soledades, incomprensión, rebeldía y muchos adjetivos mas que podía ponerles, soy la voz de tantos y tantos que no tienen oportunidad de sacarlo fuera, por que no se atreven, no saben o no se porque pero que cuando leen lo que pasa dentro de mi cuando el dolor me anula o la tristeza quita todo el sentido a mi vida, se sienten identificados, escuchados, arropados y queridos.
Por eso escribo, por ser mi voz, la voz que pueda decirle al mundo, que también necesitamos ser escuchados desde el corazón, ser comprendidos, que nos ayuden a sanar tantos sentimientos de desesperación ante nuestra enfermedad, (sin rumbo y sin cura). Por eso escribo, por ser mi propia voz y la de tantos enfermos de Fibromialgia y Fatiga Crónica que sienten lo mismo que yo y no pueden expresarlo, pero que es urgente que el mundo también se entere del sufrimiento del alma que siente un enfermo de Fibromialgia.
Maribel Garrido
Asociación Provincial de Jaén Afixa
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