Hola, me llamo Ana, tengo 39 años y padezco entre otras patologías Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica en grado 4. Después de 10 años realizando un “Tour” por toda España buscando respuesta a lo que a mi cuerpo y a mi mente le estaba pasando, en Septiembre del pasado año me diagnosticaron Fibromialgia, al principio este diagnóstico nos tranquilizó, ya le habíamos puesto nombre a tantos síntomas que venía padeciendo, luego, al cabo de unas semanas empieza el proceso de aceptación de la enfermedad, un proceso largo y duro porque además tienes que luchar contra otro valor añadido: la incomprensión por parte de la Sociedad , tienes que escuchar comentarios muy desagradables que, lejos de ayudarte a superar la enfermedad, te hunden más y más y empiezan a desaparecer los colores de tu vida, y todo se transforma en negro.
Pero esto es sólo el principio: gracias a la inestimable ayuda de personas de “Afixa”, vamos viendo que sí, que tengo Fibromialgia pero…..Contactamos con uno de los mejores médicos especialistas en Fibromialgia y Fatiga Crónica, y después de casi 8 meses de pruebas y más pruebas, viajes, nervios, incertidumbre, desesperación le dan nombre a otras muchas patologías que no encajaban demasiado en la Fibromialgia , padezco Síndrome de Fatiga Crónica en grado 4.
¿Cómo digiere todo esto una persona vital, alegre, realizada en mi trabajo de Maestra, madre de dos niñas de corta edad y con toda la vida por delante? Os lo podéis imaginar; ya no ves nada más que negro, estoy completamente limitada, no puedo realizar mi trabajo fuera de casa y el de dentro a duras penas, no puedo hacer planes porque no sé cómo me voy a encontrar, viajo a Balnearios porque un viaje turístico ni me lo planteo, los dolores son insoportables, la medicación muy fuerte y con muchos efectos secundarios, mi día a día se convierte en un suplicio, hasta que, un día ya no puedo más y decido quitarme de en medio, me siento una carga para mi marido que es un cielo y que me cuida a más no poder, no puedo muchas veces bañar a mis hijas, ni jugar con ellas…..pero el destino quiso que ese no fuera mi final, mi marido, como no, me salvó de la muerte.
A partir de estar tan a borde del abismo, empiezo a resurgir cuán ave Fénix, gracias por supuesto a la ayuda de mi familia, mis amigos, y entra un rayito de color en tu mundo negro, estoy enferma y limitada si pero, ¿Por qué no puedo ser feliz? Tengo un marido que acepta y comprende mi enfermedad al 100%, dos hijas por las que me levanto todas las mañanas aunque sea arrastrándome y que, con sus sonrisas me hacen la persona más feliz de la tierra, no puedo ejercer de maestra pero “por ahora”, quién sabe si con el empeño y el tesón que estoy poniendo por salir adelante consigo volver a la Escuela , me cuido pero sobretodo me quiero y me acepto tal y como soy, con mis habilidades y limitaciones. Soy Ana y tengo Fibromialgia y Fatiga Crónica, te ofrezco mis ganas de vivir, mi alegría, mi buen humor, mi risa, mi corazón, pero también mis dolores, mi desfallecimiento continuo, mis olvidos, mis vértigos…..todo en esta vida se sobrelleva mejor si ponemos colores en nuestras vidas, si vivimos el momento y si disfrutamos con lo que si podemos hacer y no perdemos el tiempo en lamentarnos por lo que “no” podemos realizar. La vida es bonita si tú la pintas de colores.
Después de haber estado tanto tiempo en la oscuridad vuelvo a ver COLORES y soy FELIZ.